De héroe de la Reforma y la intervención francesa a dictador y genocida. Hijo de la Reforma, no entendió que los gobiernos militares y con interferencia del clero en México era parte del plan de desarrollo para un país moderno, laico y liberal, sucumbiendo al caudillismo.
Persiguió de forma obsesiva la presidencia de la República hasta el grado de traicionar las bases reformistas de Juárez, apoyando el contrataque eclesiástico y despertando en México las luchas de los religioneros.
Al igual que Santa Anna, se coludió con la iglesia para conseguir su meta: la presidencia.
El porfiriato es una época en la cual los grandes fracasos son más aplastantes que los grandes aciertos, ya que estos últimos tuvieron un costo altísimo para la inmensa mayoría del pueblo mexicano.
Porfirio Díaz, en poco más de 30 años logra pacificar México a base de Represión y Genocidio, logra orden a costa de devolver los privilegios, sobre todo a la iglesia, a las oligarquías locales y a los militares, que habían costado cientos de miles de vidas de mexicanos arrancárselas.
Logra progreso, pero con Desigualdad, Oligarquía, Pobreza Brutal y una Injusticia Social qué llegó al extremo de la Esclavitud. Logra el control del país, pero el precio es la Opresión, la Tiranía y la Intervención de Fuerzas extranjeras.
Díaz creo una sociedad que le exigió respuestas que no supo resolver: una clase media a la que le impidió participar en la política del país, una clase obrera a la que negó sus derechos, un proletariado urbano y campesino que marginó, oprimió, masacró en muchos casos, y redujo a la esclavitud en otros.
Es el propio Díaz quien genera el estallido social, que no solamente lo quita del poder si no, que regresa a México al caos por otros 30 años.
Perspectiva Historia 